La institución educativa da un vuelco a su manera de educar para los más de 80.000 alumnos repartidos en la Península Ibérica.
Con 80.000 alumnos repartidos entre España y Portugal, la institución educativa La Salle ha dado un vuelco en su forma de entender la enseñanza y ha colocado a los alumnos en el centro de un modelo de aprendizaje libre de asignaturas separadas, rigidez horaria y notas exclusivamente numéricas.
Esta experiencia -la más grande que se realiza en España- sigue los principios pedagógicos de la Ley Celaá. «Es una feliz coincidencia, nos alegra que ámbitos distintos de la educación coincidamos en respuestas pues supone que vamos acertando», afirma el director de la Red de Obras Educativas La Salle, Félix Martínez, cuya institución tiene 300 años de historia.
Todo esto se sustancia en aspectos como la mayor autonomía del centro; el trabajo por proyectos, una evaluación del alumno que escapa de la mera calificación numérica y la distribución por asignaturas tradicionales deja paso a los Ámbitos de Aprendizaje.
La Salle llevaba estudiando el nuevo modelo desde 2014, analizando lo que se hacía dentro y fuera de las fronteras; cuatro años después comenzó a trabajar en su desarrollo concreto para cada una de las etapas y ahora ha empezado la paulatina implantación, explica Martínez en una entrevista con EFE.
De momento, añade, está en la etapa de Infantil de sus 81 colegios en España, en Primaria está en sesenta centros y en 1º y/o 2º de la Eso en 31 centros. «Poco a poco se irán incorporando al resto y ya está también en nuestros dos campus universitarios».